En la universidad patenté la regla de las tres veces como algo infalible. No importa lo mal que uno anduviera, la escasez de tiempo, la amnesia espontánea, la falta de recursos: si algo se repetía 3 veces había confianza en el futuro, en el pasado, en lo invisible. Pero resulta que la sabiduría popular dice que el tercero muere o que la tercera es la vencida. ¿Viste? Venciste.
Eres ese litro de leche que tengo sobre el mesón y que no me atrevo a darle a la Rosalinda. Por un lado, me da pena tirar comida porque pienso en mi abuela y en los niños que no tienen qué comer y que darían cualquier cosa por la leche (mi Laurita siempre me salía con ésas cuando me daba cazuela a cucharadas, con gran paciencia). Pero, a continuación, sé que la Rosalinda se me puede intoxicar, así que no abro la leche. Y ahí está el tetra pack, ocupando espacio en mi pequeña y poco acogedora guarida. Pienso, por último, que si boto el líquido, el cartón sirve para construir mediaguas. Harto más provechoso eso que lo que me sirves tú.
"Me echó de su cuarto gritándome: no tienes profesión"
Tuesday, January 22, 2008
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1 comment:
mm claro, y yo la sigo llamando sin respuesta. No hay salud...o si??
en fin
Reglera
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