Friday, March 16, 2007
Comer, beber, bloguear
Mircea Eliade lo dice en el prólogo de su obra sobre la concepción del tiempo que tenían los hombres primitivos. Algunos historiadores extienden el argumento hasta las culturas que tienen algún sentido lineal del devenir, entre los que se cuentan grandes maestros.
Particularmente uso una figura distinta, pero el hecho es que al final del día la recomendación sigue siendo la misma que cuando empezamos con lo de los pesebres: comer, beber, bloguear. Aunque han pasado algunas lecturas desde el festín aquel y puedo recomendar el método de enseñanza del estagirita --aunque realizado en una ciudad menos amable como es Santiago y ojalá con calcetines de por medio-- volvemos a lo mismo mismito.
Por qué digo todo esto en un blog sobre pelmazos y citas: porque me di cuenta de que soy una sole. Cosa que nos transporta a una de las interrogantes más estériles de toda la vida. A saber, si la gente que nos cae mal nos cae mal de verdad o le tenemos envidia o simplemente no queremos que se nos pegue su cáncer gregario.
Dicho de otra manera, que si yo tengo un blog que se llama dating freaks, algunos otros podrían tener uno que se llamara dating montse, donde saliera a relucir mi comportamiento social lamentable, tembloroso, torpe, inseguro, inadecuado y penoso.
Como sea, hoy soy una sole. Por suerte no es sábado. Pero mañana sí va a ser. Así que antes de que se me acuse de cualquier cosa (tengo la media alma de inquisidora, así que no debo esperar por otra persona más que yo con el cuento de la primera piedra)me voy a imponer por lo menos un régimen diario de aquello que a tantos ha inspirado.
Salud.
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