Yo no estaba en posición horizontal. Tú no estabas rico.
Sólo conversábamos.
Teníamos el estómago vacío. El conejo se había portado mal y había olvidado la pastilla.
Esa noche nos quedamos sin alcohol.
Por fin pude ver las fotos que te pedí, y las mías ya te las sabías de memoria.
La perra se guardó temprano.
La ropa se mantuvo en su lugar y la tele permaneció prendida.
Y por eso, no me pediste nada.
Tuesday, April 10, 2007
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