Casi me había olvidado de ti. Pero cierta señorita con complejo de Hedera que conocí el fin de semana me hizo recordar a las de tu especie.
Una vez él te dejó una rosa y tú te reíste a sus espaldas. Lo que hubiera dado yo por una de ésas, pero el mismo ser consideró que yo necesitaba terapia subida en vatios mientras que tú pintabas para princesa que reinaría en su cama fría de treintañero selectivo.
Tú estabas para cosas más grandes. Tu mami te lo dijo al nacer y al darse cuenta que a diferencia de tus hermanas la nariz no te había salido ancha y los pómulos se prolongaban hacia abajo y no a los lados.
Él tenía una profesión de subalterno obtenida en "universidad" privada. Tú estudiaste una que era de buen tono para postular al cargo de Señora. Creo, humildemente que erraste un poco. Con eso de los ojos delineados por arriba y por abajo y a plena luz de día. Con el tono así modosito aunque un poco nasal. Con el perfume ése que probablemente fue el que hizo que te dieran las flores en primer lugar (si te regalan flores, eso es I...). Pero por sobre todo, con eso de echar a correr el rumor de que esperabas una guagua de J., cuando lo único abultado en tu vientre era tu colon irritable.
Sunday, April 22, 2007
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